jueves, 4 de noviembre de 2010

El regreso del gran mago

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Con motivo de los 25 años de su muerte, reaparece uno de los filmes menos conocidos de Orson Welles, pero acaso el más brillante: Fraude. Esta es su historia, tan extravagante como su genial creador. 
Por Christian Ramírez






"No quiero viajes al país del recuerdo”. Es lo que Orson Welles contestaba a extraños, conocidos y amigos, cada vez que le preguntaban por los días de Ciudadano Kane (1941), cuando el joven actor, productor y realizador estaba en el corazón de la farándula, especulaba con una eventual carrera política y era un rostro de importancia nacional.


Treinta años más tarde, a principios de los 70, su imagen era la contraria. Welles era un “caído”. Vivía de sus apariciones en talk shows y en deslucidos papeles secundarios. La barriga y la barba a lo Falstaff, ya no eran de utilería: se habían convertido en parte de él mismo y su voluntariosa e intensa mirada comenzaba a adquirir un indesmentible tinte trágico.


Basta ver en youtube las apariciones del gordo Orson en su “década perdida” para admitir que lucía enorme, pero más frágil que nunca. Eran los años de The deep (1967), Moby Dick (1971) y The other side of the wind (1974): proyectos interrumpidos a medio camino por imprevistos, acreedores y el propio cansancio de su autor, con toda seguridad agotado por tener que empujarlos a pulso, sin la ayuda de nadie; como si Welles, de pronto hubiera aceptado la desconfiguración de su yo creativo, dejando que la obesa caricatura tomase las riendas de todo.


No era el único cineasta en problemas. Ante la falta de ofertas muchos directores de la era clásica de Hollywood se enfrentaron al retiro anticipado (Frank Capra, Howard Hawks); o bien se convirtieron en escritores (Sam Fuller, Elia Kazan) o se autodestruyeron (Nicholas Ray, Alfred Hitchcock), pero Welles fue uno de los pocos –si no el único- que insistió en seguir filmando a como diera lugar: comprando película virgen por su cuenta, rodando con amigos y discípulos, montando el material en su casa, adelantándose cuarenta años a las decenas de cineastas independientes que hoy hacen lo mismo con notebooks, mini cámaras y hasta celulares. ¿Qué habría pensado Welles de estos realizadores “en solitario”? En realidad, la pregunta sobra si uno pone atención al producto que emergió de esos sufridos años de exilio: Fraude (F for Fake, 1973), la película que Orson sí alcanzó a terminar en el período.


Considerada por años como uno de los eslabones perdidos del cine contemporáneo e inspirada por las amarguras sufridas en sus tiempos de declive, Fraude solía circular en casetes y copias pirateadas que acentuaban su look artesanal. Es dudoso incluso que el propio director haya podido verla en una copia decente en los años anteriores a su muerte (en 1985), de modo que su rescate vía Janus Films, a mediados de la década pasada, y su reciente edición con subtítulos en español tienen carácter de descubrimiento, por decir lo menos.


De partida, demuestran que las habilidades narrativas del cineasta de Sed de mal sólo fueron acentuándose con los años. Si hoy se felicita a palurdos como Christopher Nolan por balancear en el aire más de tres líneas argumentales en El origen, hay que ver la forma en que el “viejo” Welles se lanza al vacío contando media docena de historias al mismo tiempo, haciéndolas avanzar, retroceder, virar a mitad de camino antes de que se desvanezcan frente a nuestros ojos. Vistiéndose de mago –con capa negra y sombrero de ala ancha- Orson parte indicando que todo lo que veremos en la próxima hora y media es real: un relato documental acerca de personajes que han convertido el engaño en una de las bellas artes.


Grandes falsificadores


Gente como Elmyr de Hory, un conocido falsificador de cuadros de arte moderno, y su biógrafo Clifford Irving, quien a su vez fue descubierto falseando una biografía de Howard Hughes. El punto es que no pasa mucho rato antes de que nos demos cuenta de que, por más creíble que esto parezca, es evidente que Welles compuso su historia usando material ajeno, fotos, descartes y desechos para componer una ficción sobre otra. Moldeando la realidad de la misma manera que Elmyr de Hory falsifica sus cuadros en la película.


Y va más lejos aún: tras ponerse en el centro del “cuento” al recordar sus días de engañador profesional –con la transmisión radial de La guerra de los mundos, que generó pánico en 1938 precisamente por lucir tan “real”-, Orson se planta “frente” a la catedral de Chartres. Sabemos que no está físicamente ahí, que se trata de imágenes compaginadas para crear una ilusión, pero la sensación de comunión ante esta obra maestra sin firma, creada por una multitud de hombres y al mismo tiempo por ninguno en especial, involucra a objeto, imagen, público y un director como pocas veces inspirado por su ficción:


“Saben, de entre todas las cosas de nuestro mundo, quizás sea esta anónima gloria, este fértil bosque de piedra, este cántico pétreo, esta alegría, este gigantesco coro de afirmación, lo que quede de pie y marque nuestras huellas cuando todas nuestras ciudades sean polvo. Nuestras obras en piedra, pintura y en tinta tal vez permanezcan por unas décadas, centurias o un par de milenios, pero todo finalmente desaparecerá, decaerá y disolverá en la ceniza universal. Los estafadores y sus fraudes. Los tesoros y el oropel. Un hecho de la causa. Tenemos que morir. Así que tengan buen corazón, lloren por los artistas y por su pasado muerto. Nuestras canciones serán silenciadas. ¿Y qué? Sigan cantando. Tal vez el nombre de una persona no importe demasiado, a fin de cuentas”.
Orson x 2
Orson Welles: The Paris Interview



Filmada en una habitación de hotel en 1960, el cineasta reflexiona sobre sus grandes cintas y acerca de los secretos de su trabajo, el arte de la dirección, la actuación y la escritura. Y, sobre todo, su afán por dejar un legado.



Fraude (F for fake)



Notable cinta sobre el arte y las armas del engaña. A partir de las vidas de famosos falsificadores, estructura un documental falso que termina retratando al propio Welles en su dimensión mistificadora. Incluye un libreto de 16 páginas.

Fuente: El regreso del gran mago

Balboa, Bond, Tom y Jerry lloran la quiebra de MGM

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Desconsolados estaban esta mañana ilustres y variopintos personajes como Rocky Balboa, Ben Hur, Scarlett O’Hara, Carol Anne Freelings, e incluso Thelma, Louise, la Pantera Rosa, Tom y Jerry, ya que hoy se declaró oficialmente en bancarrota el estudio cinematográfico Metro Goldwyn Mayer (MGM).

Pero -como sabrán- esto no es gran novedad, porque así lo tenía previsto la compañía, que ahora confirmó el paso acogiéndose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, instancia en la que también debió presentar su estrategia de reorganización ante los tribunales, para así devolverle su trabajo al entrañable y querido “León de la Metro”. El trámite se demoraría al menos un mes.

MGM arrastra una deuda de alrededor de US$4.000 millones y el plan para resucitarlo se basa en un acuerdo con la productora Spyglass Entertainment, que quedará a cargo del estudio cuando éste emerja de la quiebra.

De todas maneras, la reforma en MGM significará un recorte importante en el tamaño de la compañía, con lo que pasaría a funcionar más como productora que como distribuidora.

¿Dónde está James Bond cuando su casa lo necesita?

Link: Iconic U.S. film studio MGM files for bankruptcy and could merge with former rival (Daily Mail)

Fuente: Balboa, Bond, Tom y Jerry lloran la quiebra de MGM

¿Qué sucederá en tu ciudad si un asteroide impacta contra la Tierra?

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Una calculadora científica disponible en internet permite conocer con precisión las consecuencias de una catástrofe provocada por una roca espacial
















 
Un asteroide de 20 kilómetros de diámetro se dirige hacia la Tierra. Usted aún no ha sido informado sobre las consecuencias catastróficas del impacto por las autoridades pertinentes, pero, como es lógico, su vida está en juego y no tiene tiempo que perder. Si dispone de una conexión a internet puede enterarse, rápidamente, de forma fácil y con gran precisión, de cómo será el infernal panorama que se le viene encima, desde el tamaño de las olas de un posible tsunami o el del cráter que deje la roca espacial, hasta, lo que es más importante, a cuánta distancia del punto de choque debe encontrarse para salvarse. La herramienta, denominada «Impact Earth» (Impacto contra la Tierra) y disponible en esta web, ha sido recientemente actualizada por científicos de la Universidad de Purdue y del Imperial College de Londres.

La calculadora original fue creada en 2004 con un gran éxito no sólo entre los científicos, sino también entre el público en general, curioso por saber qué sucedería en diferentes escenarios catastróficos y también divertido al poder simular la destrucción de la Tierra todas las veces que se quiera y sin herir a nadie. Ahora, los investigadores han actualizado la calculadora por primera vez desde su aparición para incorporar los conocimientos sobre asteroides que se han obtenido en los últimos años. Los usuarios sólo tienen que marcar algunos detalles sobre la roca amenazante, como su tamaño y su densidad, para que la web, a continuación, proporcione sus estimaciones, precisas y fundamentadas en ecuaciones científicas, sobre la magnitud de la catástrofe:el tamaño del cráter, los kilómetros de la zona afectada ... Más o menos los cálculos del infierno.
Una de las novedades es la estimación de la altura de las olas de un posible tsunami si el impacto se produce en el océano. Este cálculo no aparecía en el programa original porque entonces los investigadores no se ponían de acuerdo sobre las consecuencias de algo semejante. Ahora lo saben y se puede calcular.
Conscientes del peligro
El 75% de los grandes asteroides -unos 800-, aquellos de más de un kilómetro capaces de causar una catástrofe planetaria, están ya localizados y ninguno de ellos tiene una órbita peligrosa. Se sospecha que casi otros 300 gigantes todavía andan escondidos por ahí, pero, por su tamaño, serán fáciles de detectar si vienen a visitarnos. Sin embargo, los más pequeños aparecen por sorpresa y pueden darnos un disgusto. Un objeto de 20 ó 30 metros podría arrasar una ciudad entera. El famoso Apophis, de 300 metros, podría devastar una región como Cataluña o Extremadura. Herramientas como «Earth Impact» no van a solucionar el problema, pero pueden hacernos más conscientes de cuál es el peligro.

Fuente: ¿Qué sucederá en tu ciudad si un asteroide impacta contra la Tierra?